Rendido a tus pies no
conozco otra razón para amar que amarte, pues ¿qué quieres que te diga además de
que te amo? Si lo que quiero decirte es que te amo. Pues te amaré hasta que duela, hasta que
sienta tu dulzura y sé qué esto será siempre una buena señal, púes te amo para
amarte y no para ser amado, puesto que nada me place tanto como verte feliz.
Sabes que ni la ausencia ni
el tiempo son nada porque te amo, pues te amaré y lo que quiera, lo que calle,
lo que grite, lo que perdone, pues siempre lo haré por amor.
Duda todo lo que quieras:
puedes dudar del fuego de las estrellas, del que sol que se mueve y calienta,
de que la verdad sea mentira, pero no dudes jamás de que te amo.