Por más que deseo no verte
enloquecidos mis ojos te buscan,
por más que te rehúyan mis labios
sedientos, ansían beber en los tuyos,
sacarte de mi mente quizá es mi deseo
pero no puedo porque tatuada estás en
ella;
mi corazón echarte fuera quisiera
más late con fuerza por tu amor,
pues grabada estás en mi memoria
esculpida como estatua en mi alma,
clavada como espina en mi mirada
y en fuente te convertiste
para saciar mi sed de amor en ti.
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