Se deslizan mis manos
acariciando tu silueta,
mientras la mente se pierde
entre la aurora y el ocaso,
de esta realidad tan hermosa
que eres tu vida mía.
Al tocar tu ondulado cabello
tiemblan mis manos de emoción,
porque en el veo el destello
de la luz que irradia la luna y el sol.
Dulzura siento al besar tus labios
cual néctar y almíbar sacro santo
que inundan el alma de inmensa pasión
y llenan de felicidad a mi corazón.
Cuando mis brazos estrechan tu cuerpo,
siento que vuelo hacia el infinito
perdido entre un enjambre de emociones
y de las más bellas sensaciones.
Al estrechar tus delicadas manos
siento la compañía de un ángel celestial
que me dice yo siempre estaré contigo
no como un sueño sino como una hermosa realidad.
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