Eres como el río para el campo
Como el sol para la naturaleza
Como las rimas para el poema
Que ilumina mi sendero lleno de versos.
Porque mi corazón solitario y vagabundo
En los caminos de la vida, te encontró como una
flor
Que se abrió con gracia en sus orillas
Para irradiarme con su perfume de amor.
Es que la fiesta de mi vida
Empieza en el amanecer de cada día
Pues como lámpara tu belleza brilla
Y tu voz en el silencio ser torna en alegre
melodía.
Del horizonte lejano escuché una voz
Palabras de aliento, palabras de amor,
Pues cupido había lanzado flecha tras flecha
Clavándote a ti en las entrañas de mi corazón.
Desde entonces eres la guardiana del fuego y la
pasión
Y además la llama ardiente de esta alma que te ama;
La tempestad que de un lugar a otro me transporta
Sobre el relámpago destellante del amor.
Te convertiste en el corcel que me lleva
Desde la tierra al cielo como torrente de agua
En donde las estrellas extraviadas del espacio
Centellean como lámparas sagradas ante tu altar.
¡OH! ser divino que comprendes sin pensar
Pues fuiste creada por la fantasía de Dios
Como río que con su fuerza nutricia
Llena la fuente de mi vida y me eleva al cielo por
amor.
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