Si quieres alejarte de mi vida
mátame te pido de una vez,
clava en mí, la daga del desprecio
y deja que beba la pócima
del veneno de tu olvido.
Empújame al abismo de la soledad
y que el ocaso cubra mi existencia,
pero lo que nunca podrás quitarme
es el consuelo de morir amándote.
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