Dulce vino que alegras la vida
cuando el alma la tengo dolorida,
dulce vino que me das alegría
a pesar que en el corazón sangra la herida.
Dulce vino que a olvidar ayudas
las dolencias del corazón,
pues al embriagar la conciencia
haces de mi vida, una vida sin razón.
El alma olvida la traición
y el corazón olvida su dolor,
Haces que renazca en mi vida una ilusión
y reviva en el pecho el corazón.
Dulce vino que embriagas el alma
y devuelves quizá a mi vida la calma,
haces que me llene de alegría
a pesar de la tristeza de cada día.
Pero que tristeza al despertar
mi vida se llena de quebranto,
pues a pesar de querer tanto y tanto
mi vida de nuevo se sumerge, en un mar de llanto.
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