lunes, 17 de febrero de 2014

LA BARCA DE TU ADIOS



Sola en el puerto queda mi alma
iluminada con la tenue luz de un faro,
mis ojos confundidos entre un enjambre de lágrimas
con tristeza miran como te alejas de mi lado.

Las notas postrimeras de una guitarra
quizá entonadas por algún trovador,
se confunden con el susurro de las olas
mientras herido queda mi corazón.

La silenciosa noche parece anunciar el final
pues un torbellino de tristezas nubla la mirada,
en medio de una constelación de estrellas solitarias
al ver que te alejas para siempre mi dulce amada.

La barca ha zarpado y solitario el puerto queda
frente a las olas que besan la playa y se van,
mas en medio de la angustia mi corazón espera
al puerto de mi vida verte pronto regresar.

Desde entonces en vano busco en el firmamento
el destello de tu belleza angelical,
y la dulce melodía de tu voz hoy es silencio
y el néctar de tus labios ya no sacia mi sed de amor.


Entonces embriagado de tristeza, le grito a la soledad
a ver si en medio de ella, escucho el eco de tu voz
pues aún siento en el alma la sangrante herida,
que dejaste, cuando te marchaste, en la barca del adiós.

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