La belleza de las estrellas
nadie ha podido, ni las podrá negar,
así como el amor que por ti siento
nunca nadie me podrá quitar.
Porque te adentraste en mi pecho
y te adueñaste de mi pensamiento,
y lo que hasta ahora he hecho
es solo amarte en todo momento.
Porque tú eres la flor hermosa
que alegras el jardín de mi vida,
y con tu fragancia de rosa
has curado mi alma dolorida.
Has iluminado mi destino
con tu mirada angelical,
y me has embriagado con tu cariño
en un manantial de vino celestial.
Así también abrigaste mi humilde corazón
con tus manos llenas de bondad,
hiciste que mi vivir tenga una razón
al aceptar este amor con humildad.
No te ofrezco un paraíso
ni bajarte una estrella, ni regalarte el sol,
pero si quiero entregarte amor sincero
que sale de este humilde corazón.
Junto a ti quiero, compartir mi alegría,
compartir mi destino y mi camino,
sufrir cuando sufras y reír cuando rías,
formar un nido de amor y ternura.
Junto a ti cantar, reír o llorar
la dicha, la felicidad o la amargura,
de mi vida y de tu vida
en esta vida y en la eternidad.
Para que el cariño y la ternura este presente
junto a nosotros como prueba de amor pasional,
que fundidos queden en uno nuestros corazones
como dos gotas de agua que se funden en el mar.
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