Caminaste por este mundo
despreciada y humillada,
sufriendo a cada segundo
porque el mundo te olvidaba.
Pero tu sufrimiento llegó a su fin
ya que Dios te llevó junto a él,
hoy que tuviste que partir
a donde el sufrimiento no existe.
Seguro estoy que encontrarás
la felicidad que nunca tuviste,
porque en el cielo Dios te dará
todo el amor de su paraíso celeste.
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