Una buena mujer
a quién amo tanto
que un día sin querer
arrancó de mi, tristeza y llanto.
Aquél llanto que derramé,
un día con gran tristeza
correspondió con alegría
en una noche que siempre recordaré,
pues me dio el regalo más grande
de navidad y de año nuevo
como es su amistad sincera
y la esperanza de algún día
escuchar de sus labios te quiero.
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