No sé de donde viniste
Oh mi ángel celestial,
pero a mi corazón triste
lo viniste a alegrar.
Has saciado mi sed de amor
me has dado felicidad
depositando en mi corazón
tanto amor y sinceridad
No sé de donde viniste
pero junto a mí estas,
y en mi corazón hoy existe
de amor un manantial.
Gracias mi ser divino
por haber llegado hasta a mí,
gracias hermoso lucerito
por darme felicidad sin fin.
No sé de donde viniste
Oh mi bello querubín,
pero que importa si encontré,
amor y ternura junto a ti.
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