Quisiera besar tus labios
para aplacar mí sed de amor,
quisiera tener tu sonrisa
y alegrar mi triste corazón.
Embriagado y loco vivo por tu amor
oh mujer santa y hermosa,
que al llenarme de dolor y tristeza
quisiera arrancarme el corazón.
Sí, arrancármelo quisiera
y echarlo al abismo de un mar,
para no sentir en mi vida dolorida
sus latidos que sangran de dolor.
Entonces borrarte de mi pensamiento
eterno y gran amor,
pero sé que ni la muerte ni el tiempo
podrán arrancar de mí, tan grande dolor.
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