lunes, 17 de febrero de 2014

ANHELOS


 
Cuando emprenda el viaje sin retorno,
no quisiera que haya tristeza ni lágrimas,
sino que en todo el mundo
se escuchen cánticos de alegría
y sonrisas llenas de felicidad.
Porque si tuve una vida de agonía
quisiera de muerto contar con sonrisas de vida
de aquellos seres que me amaron con porfía
y a veces dieron consuelo a mi alma dolorida,
Por qué llorar por los muertos
si se puede sonreír entre vivos,
porque lamentarse por el que se fue
si podemos amarnos los que quedamos
o porque vengar a los muertos
si podemos perdonarnos entre vivos.
El único pesar que tengo
cuando pienso en la muerte,
es si después de aquel momento
no cuento en el pensamiento de la mujer
a quien mi corazón siempre la supo querer

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