Sentado en la penumbra de mi vida
esperando tú ansiado amor,
voy ahondando la herida
que abriste en mi corazón.
Pasan los días y pasan los meses
y así veo los años correr,
mas tu amor siento que a veces
no me lo quieres ofrecer.
Olvidarte ya he intentado
más tan necio es mi corazón,
que cada vez que olvidarte deseo
te amo con más pasión.
No le culpo a la vida
tampoco culpo a mi destino,
culpables son mis ojos querida
por haberte conocido,
Sí, culpables son mis ojos
de haber descubierto tu hermosura,
en donde encontré tan solo abrojos
en vez de amor y ternura.
Mas, como necio e incesante
lucharé para conquistar tu amor,
y aun que de ti esté distante
vivirás siempre en mi corazón.
Porque para ti será mi vida
mi alegría y mi dolor,
esta mi alma dolorida
y este mi triste corazón.
Y que Dios me perdone
si por amarte tanto,
hasta de el llegué al olvidarme
por pensarte con tristeza y con llanto.
Y cuando la muerte me cubra
con su tristeza y dolor,
te pido que recuerdes al hombre
que siempre te dio su amor.
Quizá comprenderás el cariño
que siempre te supe brindar,
pero a pesar que sufría como un niño
nunca lo llegaste a aceptar.
Quizá entonces mi corazón descanse
y mis ojos dejen de llorar,
y entonces cegado por la muerte
quizá te llegue al olvidar.
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