lunes, 17 de febrero de 2014

QUIZA SEA TARDE



Hoy estuve frente a ti
y quisiste hacerme sentir triste,
porque con tu amor
en esta vida yo perdí.

Que Dios te bendiga siempre
mujer del alma mía,
si fuiste o no sincera
pero porque te amaba con porfía.

Lloré ante ti y tú lo sabes
pero nunca sentiste de mis labios,
el amor que con el alma te ofrecía,
más llenaste mi vida de agravios.

Hoy y siempre te deseo
dicha sin par y felicidad,
más amor del que he sentido
para ti hasta la eternidad.

Cuando yo deje este mundo
quizá recuerdes a quien te amó tanto,
pero se será tarde comprender
porque así me ames no podré volver.

No hay comentarios:

Publicar un comentario