lunes, 17 de febrero de 2014

RECORDANDO MI NIÑEZ



Y me puse a recordar
la hermosa vida de ser niño,
allá cuando la sonrisa habitaba en mí
en este tiempo que alegre tenía el corazón.
Mas volviendo la mirada atrás
a esos tiempos que pasaron,
siento que esa vida de niño
tan rápido pasó y sin sentirlo.
A mi vida muchos años llegaron
y hoy veo la vida del niño,
con mas tristeza que cuando la recuerdo
porque triste me siento al cruzar las calles,
mirando la inocencia deambular por ellas
pidiendo una moneda o un pedazo de pan,
y muchos de nosotros pasamos de largo
sin mirar la mano extendida,
que intenta llamar la atención.
Pero nada hacemos por ayudarlos
teniendo duro el corazón,
es por eso que en Navidad
no todo es alegría, no todo es felicidad,
porque con hambre y con sed
no se puede hablar de felicidad.
Esto debe recordarnos siempre
a ti señor Jesús, en tu nacimiento
humilde y desnudo, desamparado y triste,
acogido por tus padres, en espera de unos
y buscado por el odio de otros.
Ayúdanos señor a sentirte en el alma
ayúdanos señor a buscarte día a día,
a amarte con todo el corazón
a verte en cada niño triste,
y buscarles un nido de felicidad
y entonces si poder hablar de Navidad.

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