En sueños yo besaba
y contento contemplaba,
aquellos labios rojos
tan hermosos de mi amada.
La sentía junto a mi lado,
sentía palpitar su corazón,
sentí junto a los míos sus labios
y tan cerca el calor de su pasión.
Más cuando desperté,
enjugué llanto triste y amargo,
al saber que toda esa alegría,
se perdió como en la noche se pierde el día.
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